La situación actual en medio de la pandemia es sin duda un episodio muy amargo para la humanidad.
El mundo en recesión evidente obliga a repensar la lógica que lo ha venido dirigiendo bajo los designios de la dinámica occidental luego de la disolución del campo soviético, quien a pesar de sus error cometido con el pasar del tiempo, se constituía como un contrapeso ante lo que hoy es la unipolaridad global.
Esa unipolaridad ha traído como consecuencia un esquema de relaciones internacionales injusto, desigual y retrogrado, incapaz siquiera de cumplir las normas internacionales que rigen el relacionamiento entre las naciones y los derechos que éstas deben garantizar de manera irrestricta a sus ciudadanos.
La occidentalización de la política y la economía es la responsable de la desilguadad en el planeta, ésta regida por principios netamente neoliberales ha convertido los derechos en jugosas mercancías altamente lucrativas y a los estados en corporaciones.
Si algo ha queda claro con la aparición de Covid 19, es la condición anti social y anti humana del sistema que rige al planeta (capitalismo). Se puese observar con facilidad como las principales potencias occidentales con el interés único de "proteger" sus economías no adoptaron las medidas correctas sugeridad por la OMS y expusieron a sus poblaciones ante el letal enemigo invisible (coronavirus) lo cual se tradujo en centenares de fallecidos día a día y en cientos de miles de infectados y con esas cifras en ascenso debido a la inaccesibilidad a sus sistema de salud.
Ante esto queda evidenciado que el sistema fracasó, que no han sido ni las instacias financieras mundiales ni las trasnacionales farmacéuticas las que han ofrecido algún aporte desinteresado para salvar a la humanidad de la pandemia y por el contrario quienes han dado los primero aportes haciendo uso de su característica filantropia ha sido la Cuba bloqueada, aislada y satanizada y los Chinos Comunistas.
El muy mentado Orden Mundial ha sido tambaleado moralmente. Un nuevo orden se vislumbra en el horizonte, los pueblos del mundo han sabido identificar quien es quien en este tablero mundial, a quienes defienden la humanidad y a quienes defienden la rentabilidad.
Una muestra palpable de los humanos y los rentistas es el caso de como Cuba ha apoyado a Italia de manera irrestricta en su lucha contra el coronavirus y como EEUU ha agudizado las sanciones y la asfixia financiera a Venezuela en medio de la pandemia.
La decadencia del sistema es inminente. De ésta saldremos!
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